17/6/13

La verdad y la literatura (Federico Jeanmaire)


"Siempre he preferido la belleza a la verdad. La verdad se me antoja un imposible. No le creo.
Nunca le he creído del todo a ninguna verdad. No sé. Ni siquiera he podido creer completamente en las verdades más mías. En las íntimas,en las propias. Por suerte, para mí, la literatura no se hace con verdades. Como cualquier otro arte, la literatura es una discusión infinita. Y el hipotético día en que se termine con esa eterna discusión, ese mismo hipotético día también habrá terminado la literatura. Aunque es cierto que hay normas, leyes que se agolpan en los alrededores de los papeles en blanco. Pero, claro, resulta prácticamente imposible llenar esos papeles en blanco con literatura si respetamos puntualmente todas y cada una de las leyes. Lo literario nace de lo ilegitimo, de lo insoportable. No se lleva bien con las verdades o, en el mejor de los casos, anda buscando de manera casi desesperada alguna verdad novedosa. Y si bien las verdades propias ayudan a escribir, nunca son para siempre, nunca son del todo verdades, quiero decir. Apenas si pueden serlo por un rato, justo hasta el preciso momento en que pierden alguna batalla insignificante frente a otra verdad cualquiera que se nos presenta en el camino de la escritura".

Fragmento de "Papá" de Federico Jeanmaire

10/6/13

"Casos de Conciencia" por Friedrich Nietzsche (El Ocaso de los Ídolos)

- ¿Vas corriendo delante de todos?, ¿Lo haces como pastor o como ser excepcional? Puede haber un tercer caso: el que corre porque huye (primer caso de conciencia)

- ¿Eres sincero o no eres más que un comediante? ¿Eres un representante o eres eso mismo que representas? En última instancia, tal vez, no seas más que la imitación de un comediante (segundo caso de conciencia)

- ¿Eres de los que se queda mirando o de los que dan una mano?, ¿o de los que apartan la vista y se marginan? (tercer caso de conciencia)

- ¿Quieres ir al lado de los demás, andar delante de ellos o caminar solo? Hay que saber qué queremos y el hecho mismo de querer (cuarto caso de conciencia)

Para reflexionar ¿no?

Friedrich Nietzsche ( filósofo, filólogo, poeta y músico alemán) desde "El ocaso de los ídolos"

pinturas del "Grupo Boedo"

1 - Claudia Martínez, obra: "Cardos"
2 - Mónica Borrel, obra: "Venecia I"
3 - Sergio Dasseville, obra: "Mariel y el Mar"
4 - Martha Da Costa, obra: "Momentos en Juanes"





Músico del Mes: Radiohead "Lotus flower"

Sobre el buen uso del placer (Fernando Savater)

El placer nos distrae a veces más de la cuenta, cosa que puede resultarnos fatal. Por eso los placeres se han visto siempre acosados por tabúes y restricciones, cuidadosamente racionados, permitidos sólo en ciertas fechas, etc.; se trata de precauciones sociales (que a veces perduran aun cuando ya no hacen falta) para que nadie se distraiga demasiado del peligro del vivir.
Por otro lado están quienes sólo disfrutan no dejando disfrutar. Tienen tanto miedo a que el placer les resulte irresistible, se angustian tanto pensando lo que les puede pasar si un día le dan de verdad gusto al cuerpo, que se convierten en calumniadores profesionales del placer (...) A los calumniadores profesionales del placerse los llama "puritanos". ¿Sabes quién es puritano? El que asegura que la señal de que algo es bueno consiste en que no nos gusta hacerlo. El que sostiene que siempre tiene más mérito sufrir que gozar.
Michael de Montaigne decía: "Hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso de los placeres de la vida, que los años nos quitan de entre las manos unos después de otros"
Hay que saber entregarse al saboreo del presente, lo que los romanos (y el poco latoso profe-poeta de El club de los poetas muertos) resumían en el dicho "carpe diem".
Pero esto no quiere decir que tengas que buscar todos los placeres de hoy. Uno de los medios más seguros de estropear los goces del presente es empeñarte en que cada momento tenga de todo y que te brinde las satisfacciones más dispares e improbables. No te obsesiones con meter fuerza en el instante que vives los placeres que no pegan; procura más bien encontrarle el guiño placentero a todo lo que hay (...) Usar los placeres, como dice Montaigne, es no permitir que cualquiera de ellos te borre la posibilidad de todos los otros y que ninguno te esconda por completo el contexto de la vida nada simple en que cada uno tiene su ocasión. La diferencia entre el "uso" y el "abuso" es precisamente ésa: cuando usas un placer, enriqueces tu vida y no solo el placer sino que la vida misma te gusta cada vez más; es señal de que estás abusando el notar que el placer te va empobreciendo la vida y que ya no te interesa la vida sino ese particular placer. O sea que el placer ya no es un ingrediente agradable de la plenitud de la vida, sino un refugio para escapar de la vida, para esconderte de ella y calumniarla mejor.
Fernando Savater (ETICA PARA AMADOR)