17/11/14

Gabriela Mistral - "El cántaro de greda"

Cántaro de greda, moreno como mi mejilla, ¡tan fácil que eres a mi sed! Mejor que tú el labio de la fuente, abierto allá abajo, en la quebrada, pero está lejos y en esta noche de verano no puedo descender hacia ella. Yo te colmo cada mañana lentamente, religiosamente. El agua canta primero al caer; cuando quedas en silencio, con la boca temblorosa, beso el agua, pagándole su servicio. Eres gracioso y fuerte, cántaro moreno. Te pareces al pecho de una campesina que me amamantó cuando rendí el seno de mi madre. Y yo me acuerdo de ella mirándote, y te palpo con ternura los contornos. Ella ha muerto, pero tal vez su seno te esponjó para seguir refrescándome la boca con sed.
Porque ella me amaba...
¿Tú me ves los labios secos? Son labios que trajeron muchas sedes: la de Dios, la de la Belleza, la del Amor. Ninguna de estas cosas fue como tú, sencilla y dócil, y las tres siguen blanqueando mis labios.
En las noches te dejo bajo el cielo para que caigan en tu cuello las gotas de rocío, por si también tuvieras sed. Y es que pienso que como yo puedes tener la apariencia de la plenitud y estar vaciado.
Como te amo, bebo en tu mismo labio, sosteniéndote con mi brazo. ¿Si en su silencio sueñas con el abrazo de alguien, te doy la ilusión de que lo tienes? ¿Sientes en todo esto mi amor?
En el verano pongo debajo de ti una arenilla dorada y húmeda, para que no te tajee el calor, y una vez te cubrí tiernamente una quebrajadura con barro fresco.
Fui torpe para muchas faenas, pero siempre he querido ser la dulce dueña, la que coge con temblor de dulzura las cosas, por si entendieras, por si padecieras como yo.
Mañana, cuando vaya al campo, cortaré las hierbas buenas para traértelas y sumergirlas en tu agua. ¡Sentirás el campo en el olor de mis manos!
Cántaro de greda; eres más bueno para mí que muchos que dijeron ser buenos.
¡Yo quiero que todos los pobres tengan como yo un cántaro fresco para sus labios con amargura!

10/11/14

Deep purple & London Shymphony Orchestra - "Smoke on the water"


"Mujer sin nombre"

Lleva los ojos desencantados,
de tanto príncipe irrealizable.
Y el amor remoto, desplazado,
de tanto placer inalcanzable.

Mujer sin nombre,
de la ciudad despierta,
de medianoches desiertas,
de humedad en el cielo.

Lleva la cruz entre los senos,
el dinero y la codicia alta.
La pasión en los extremos,
y el dolor por lo que falta.

Mujer sin nombre,
atrapada en los cuarenta.
Carcajadas desde el hombre,
ridiculeces que aparenta.

Lleva tres rosas en la palma,
cada una es un deseo.
La sequedad en el alma
y en su mano, un cenicero.

Mujer sin nombre,
de anteojos bordados.
Entre las faldas, histerias
y en su mente, los pecados.

Fotos históricas: "Borges y Sábato, dos tigres de las letras argentinas"

"Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras..."

Nietzsche: Microcosmos y macrocosmos de la cultura

"Los mejores descubrimientos sobre la cultura los hace el hombre en sí mismo, cuando descubre allí la acción de dos potencias heterogéneas. Si un individuo siente un amor intenso hacia las artes plásticas, y hacia la música, y al mismo tiempo se ve arrebatado por el espíritu de la ciencia comprendiendo la imposibilidad de superar esa contradicción aniquilando una de estas poderosas tendencias y potenciando libre y plenamente la otra, no le quedará otro remedio que hacer de él un edificio cultural lo suficientemente amplio para que esas dos potencias puedan habitarlo, aunque lo hagan en alas opuestas, y alojar entre ellas a otras potencias mediadoras y conciliadoras, que dispongan de una fuerza preponderante para aplacar en caso de necesidad el conflicto nada más estallar. Ahora bien, este monumento cultural individual y personal se parecerá extraordinariamente al edificio de la cultura de períodos enteros y sumnistrará por analogía una serie ininterrumpida de enseñanzas a este respecto. Porque donde se ha desarrollado la gran arquitectura de la cultura, su tarea ha sido hacer que se concilien las fuerzas en conflicto, reagrupando a las otras potencias menos irreconciliables de un modo que se asegure su supremacía, sin tener por ello que reprimir ni encadenar a las primeras"
Friedrich Nietzsche "Humano, demasiado humano"