2/3/09

Brisa


En las alturas,
En las alturas de mi alma
compartiendo el vino,
Tus ojos conmigo.

En nuestros refugios,
en el refugio de mi alma,
Tengo tu corazón…
Entre mis manos.

Ni el peor de los enemigos,
quiera destruir este espacio,
En el cual procreamos,
Siempre lo nuestro.

La brisa de verano y
el centelleo del fuego,
otra esperanza de amor,
ya no desesperado.

Respiro y veo…
más allá de lo previsto
La quietud de tu mano,
Indicando el destino.

Quizás sea divino
Tal vez humano,
seguirte hasta la luz
de esa última estrella.

Espérame tranquila…
No te impacientes.
Llegaré con la brisa
en esos días de verano.