23/5/14

Músico del Mes de Mayo: Sol Gabetta - Concierto para Cello en Fa mayor - RV411 de Antonio Vivaldi

"Preguntas" de Heinrich Heine


A la orilla del mar, del mar salvaje y nocturno,
un joven permanece en pie,
lleno en el pecho de anhelo, la cabeza de dudas,
y con los labios de melancolía dice a las olas:

"Oh, desveladme el misterio de la vida, ese tormento tan antiguo
al que ya tantas cabezas dieron vueltas,
cabezas con gorros jeroglíficos,
cabezas con turbantes, con birretes negros,
cabezas con peluca y otros miles
de pobres cabezas de hombres, bañadas en sudor...
Decidme, ¿Qué significa el hombre?
¿De dónde vino? ¿A dónde va?
¿Quién vive allá arriba en las estrellas?"

Las estrellas murmuran su eterno murmullo,
el viento sopla, huyen las nubes,
brillan las estrellas, distantes y frías
y un necio espera respuesta.

HEINE, H. "Cuadros de Viaje"

La adoración a la "mujer-ideal" en la Obra de Bruno Shulz

La teoría de la antinomia de los sexos formulada por Przybyszewski, siguiendo a Schopenhauer, era el mito contemporáneo con un significado particular para el artista, el concepto de mujer demoníaca que destruye al hombre en nombre de la preservación de la continuidad de la especie humana. Reflejado en un espejo deformante, parafraseado, el topos de la mujer satánica se convirtió en el leitmotiv de la oeuvre gráfica y de los dibujos de Schulz. "El libro idólatra" está dedicado a una re-interpretación particular de la trama modernista de la femme fatale. El "libro idólatra" es una serie de más de veinte grabados que presentan diferentes variantes del motivo del homenaje al ídolo de la mujer que un hombre convertido en enano le rinde en su humillación. Se creó durante los años 1920-21, e incluyó en forma embrionaria las ideas y tramas que Schulz desarrollaría años más tarde en la presentación onírica de los cuentos con un simbolismo de múltiples planos. En la década de 1930 multiplicó las escenas de adoración y de rituales sado-masoquistas, y siguió analizando de manera obsesiva la oposición entre masculinidad y feminidad con el fin de identificarla en sus reflexiones filosóficas con la antinomia del intelecto y la materia que rige en una dimensión ontológica universal. (...) La simbiosis de la realidad cotidiana y trivial con los arquetipos que renacen en los cuadros de los maestros antiguos, tan típica de la prosa de Schulz, aparece también en la serie de dibujos realizados por el artista en los años treinta, en los que retoma el motivo crucial de El libro idólatra —la adoración a la mujer-ideal–. La estilística de esos trabajos se vio simplificada; la complicación interna de la composición, típica de El libro idólatra, la línea precisa que describe las formas y el denso plumeado para construir los fondos oscuros y un modelado de valores de contraste, dieron paso a contornos fuertemente marcados que definen de forma espontánea las formas y el sombreado esquemático, paralelo, que rellena las superficies de los objetos y de los fondos. Al mismo tiempo, retomó el esquema de composición de las representaciones de Venus y Danae de Tiziano. La «diosa» adorada humildemente por los hombres muestra aquí su rigidez de muñeca, ofreciendo a veces una expresión grotesca, al igual que en las imágenes de la señorita Kuziw. En algunos dibujos desaparece la figura deforme del idólatra; permanece en cambio el atributo principal de la mujer-ídolo: un amplio lecho cubierto de almohadas. Ese lecho (alguna vez presentado con un ornamento barroco) se encuentra en el interior de un dormitorio que un alféizar y, a veces, unas cortinas de un baldaquín invisible tratado de manera convencional, separan de una ventana agigantada. La ventana está trazada de forma fragmentaria con una vista de Drohobycz al fondo. No obstante, esta división del espacio desaparece gradualmente y el lecho –de forma irracional– se sitúa directamente en un paisaje lleno de edificaciones marcadas en forma de bocetos y simplificadas de tal manera que parecen una escenografía teatral.

fuente: Poliwka, Monika - "El país tenebroso de Bruno Shultz". Ed. Círculo de Bellas Artes , Madrid. 2007

Obra: "Susana y los viejos" 

Observe como se repite en las imágenes una característica de adoración fetichista a las piernas y pies de las damas adoradas por los hombres figurados en la imagen; Además, llaman la atención las expresiones faciales de los adoradores y la indiferencia aportada por la idolatrada.


En éstas dos ultimas imágenes vemos ya a una mujer dominante, portadora de un látigo, interesada en la manipulación sádica de sus adoradores con visibles rasgos de sumisión y adoración:


Obra: "Bestia"

22/5/14

Parábola Taoísta del Anciano del Fuerte - (Liethtsé)

La contribución particular del taoísmo a la creación del temperamento ocioso reside en el reconocimiento de que no existen cosas tales como la suerte y la adversidad. La enseñanza taoísta por excelencia es la de acentuar el ser sobre el hacer, el carácter sobre los logros, y la calma sobre la acción. Pero la calma interna sólo es posible cuando el hombre no está perturbado por las vicisitudes de la fortuna. El gran filósofo taoísta Liehtsé nos dio la famosa "Parábola del Anciano del Fuerte":

Un Anciano vivía con su Hijo en un fuerte abandonado sobre la cumbre de una colina, y un día perdió un caballo. Los vecinos llegaron a expresar su pesar por este infortunio, y el Anciano preguntó:
—¿Cómo sabéis que es mala suerte?
Pocos días más tarde volvió su caballo con una cantidad de caballos salvajes, y esta vez vinieron sus vecinos a felicitarle por esta muestra de fortuna, y el Anciano respondió:
—¿Cómo sabéis que es buena suerte?
Con tantos caballos a su alcance, el Hijo empezó a cabalgar en ellos, y un día se fracturó una pierna. Otra vez llegaron los vecinos a expresar sus condolencias y el Anciano respondió:
—¿Cómo sabéis que es mala suerte?
Al año siguiente hubo una guerra, y porque el Hijo del Anciano estaba lisiado no tuvo que ir al frente.


Evidentemente esta clase de filosofía permite al hombre soportar unos cuantos golpes duros en la vida, con la creencia de que no hay golpes duros sin sus ventajas. Como las medallas, tienen reverso. La posibilidad de la calma, el poco gusto por la acción y el movimiento por sí mismo, y el desprecio del buen éxito y de las realizaciones se hacen posibles con esta especie de filosofía, una filosofía que dice: "Nada importa a un hombre que dice que nada importa. El deseo de un triunfo muere a manos de la corazonada de que el deseo de triunfo significa casi lo mismo que el temor del fracaso. Cuantos más triunfos ha conseguido un hombre, tanto más teme su caída. Las ilusorias recompensas de la fama se ven puestas frente a las tremendas ventajas de la oscuridad. Desde el punto de vista taoísta, un hombre educado es el que cree que no ha triunfado cuando ha triunfado, pero no está tan seguro de haber fracasado cuando fracasa, en tanto que la marca del hombre semieducado es su presunción de que sus triunfos y fracasos externos son absolutos y reales".

de "La importancia de vivir" de Lin Yutang

21/5/14

Poesía Francesa II: Rimbaud - "Oración de la Tarde"

Como un ángel en manos del barbero, sentado
Vivo. Y empuño un chop de acentuadas estrías,
Una pipa en los dientes y el epigastrio inflado,
En el aire que surcan inciertas travesías.

Como las heces cálidas de un palomar vetusto,
Mil sueños en mí dejan un dulzura ardiente:
Y así mi corazón es como un triste arbusto
Que tiñen rojas gotas de un oro incandescente.

Y una vez que a mis sueños me los volví a beber,
Cauto, después de treinta o cuarenta festejos,
A calmar me retiro el acre menester.

Dulce como el Señor del cedro y los hisopos,
Meo hacia el cielo pardo, muy arriba y muy lejos,
Con la aquiescencia de los grandes heliotropos.