7/10/11

Estancias y Artes Jesuíticas en Córdoba


La Compañía de Jesús se instaló en Córdoba en 1599. Creó el Colegio Monserrat en 1608 y el Colegio Máximo  en 1610 (Hoy es la Universidad Nacional de Córdoba). Este bien patrimonial está formado por cinco estancias: Jesús María, Alta Gracia, Casa Caroya (Colonia Caroya), Santa Catalina y La Candelaria.
En Sierra Chica, el provincial de la orden de los Jesuitas, Pedro de Oñate, en 1619 adquirió tierras (Guanusacate) que formó la Estancia de Jesús María, con edificación del barroco americano.

La Estancia Jesuítica de Jesús María fue creada para financiar el Colegio Máximo. Tenían viñedos, cultivos y ganado.  La Iglesia de esta estancia, dedicada a la Inmaculada Concepción, constituye una joya del barroco americano. La fachada de la Iglesia quedó inconclusa cuando los jesuitas fueron expulsados. También es sobresaliente la Iglesia de San Isidro Labrador. En esta Estancia está el Museo Jesuítico Nacional con valiosas colecciones de arqueología y etnografía, numismática, arte religioso y cerámicas. La casa de Caroya financiaba el Colegio de Monserrat, de Córdoba y fue fundada por Ignacio Duarte y Quirós. La Estancia de Alta Gracia fue iniciada en 1618 y finalizada en 1762. Curiosamente, se halla aquí el Museo Casa del Virrey Liniers. En dependencias de esta estancia funciona actualmente un colegio secundario. Santa Catalina es la más grande de todas las estancias jesuíticas, fue fundada en 1622 y terminada en 1754. En tierras de Calabalumba la Vieja, la Compañía de Jesús compra por cuatro mil quinientos pesos la Estancia de Santa Catalina. A causa de la falta de agua, los jesuitas debieron emprender una obra hidráulica: realizar conductos subterráneos por el cual el agua llegaba al lugar desde Ongamira. 


La Iglesia de Santa Catalina es muy admirada, como ejemplo del barroco colonial en Argentina.