El infinito.
Desciendo como un tobogán
y me aferro con los talones.
Quiero detener la bajada.
Enciendo gritos de dolor
que desalojan los miedos
bajo el sangrante desamor.
Me quito de encima,
Me encierro entre muros;
Intento detener la duda.
Me miro en el reflejo
y veo ciego al alma
desnuda y acabada.
Rebobino mis días
al sol del tibio octubre.
Me veo crecer de a poco.
El ciclo ha concluido
para empezar el sueño
y el recorrido, de nuevo.
porque he muerto.
Y ahora, he nacido...
El infinito.
P.A