20/9/10

La rutina vs. El cambio

A veces lo que te cansa es la rutina. En realidad, siempre. 
Cada vez que me despierto a la mañana temprano tengo la sensación de que el día será interminable, denso. ¿Primeros síntomas de depresión?. Tal vez, trastorno obsesivo-bipolar-neuro-emocional y borderline...
O sea, -para los entendidos- resbalando en la cornisa mental.
Al mismo tiempo he decidido hacer borrón y cuenta nueva con un montón de cosas. Quizás sea diferente este día. 
Pero sé que muchas cosas puedo cambiarlas, otras no. 
Cuando algo me jode tiendo a borrarme, a alejarme. No creo en el fondo que sea una buena elección. Es probable que el miedo o la auto-exigencia sigan oxidando las células de mi cuerpo. Y eso asusta. Me llene de canas y tejido adiposo, me crecen más rápido la uñas de los pies y la barba. Como esos viejos sabios de oriente. Yo de sabio..., nada. La verdad está siempre a nuestro costado, en las costillas. Invisibles en mi caso. Sólo la buena voluntad y la experiencia de los años nos la hacen verla. La herida está oculta y profunda en el alma; Alma = Rincón oscuro entre el pecho y la cabeza que te martillan los desamores y los fracasos. Eso no cambia.
Con lo cual, para estar dispuesto a dar nueva chance a nuestra perra suerte, nada mejor que un buen vino y una pipa encendida. Me fumo el alma. Se me va la vida. Y ya no quiero quejarme de mis quejas.
Me dije: ¡cambia! y me contesté...lo intentaré una vez más...
P.A