4/4/11

U2. El fuego inolvidable

Más allá de toda la parafernalia tecnológica alabada por cuanto medio uno pudiera sintonizar, estos cuatro irlandeses -que desde hace casi 35 años tocan juntos ininterrumpidamente- saben erizar las emociones de cuanto sujeto los vea y escuche. La última noche del 360° Tour en La Plata (Capital de la prov. de Buenos Aires) en un estadio que parecia diseñado especialmente para la ocasión, vimos y coreamos a una de las más grandes bandas de rock mundial. Esto de las polémicas, de quién es la mejor banda del mundo o de la historia entra en la clásica pavada adolescente institucionalizada por quienes piensan que así debiera serlo desde una visión apasionada e idiotizante. Como fanático de los irlandeses no dejo de pensar y deleitarme con Los Beatles, los Rolling Stones, Pink Floyd, Queen, Police, Ramones, Nirvana, The Cure y los etc. serían interminables. Pero éste fue el tiempo de U2. De aquellos que en 1985 empecé a escuchar  con el batir del redoble de "Sunday bloody Sunday". Y si bien han modificado mucho su fisonomía musical a lo largo del tiempo (inteligentemente para no desbordarse en la repetida fórmula que los encasille) escucharlos en algunos pasajes anoche me hizo recordar diferentes etapas de mi vida también. Por eso mismo también es muy importante remarcar lo bueno de MUSE, una banda joven, pujante y que sin dudas les queda chico el mote de soporte. Pero todo llega muchachos...
En fin, todo fue muy emocionante. Ni hablar cuando subió León Gieco y homenajearon a los ex combatientes de Malvinas con "Solo le pido a Dios". A muchos les sonará a cursileria a "chupamediaje", pero desde hace 35 años U2 detrás de su música deja un mensaje de paz y de libertad. Ellos se llevan muchisima plata, es cierto, pero al show le ponen todo y también agradecen a su  público haberles dado "tan buena vida". La misma que otros por desgracia no pudieron sostener, se suicidaron o se perdieron porque el éxito les voló la cabeza . Eso es reconocer de algún modo que todo el circo y los millones, de poco sirven. Y si te dan un micrófono para cantar y de paso decir lo que sentis o por lo que creés es justo, tan malo no ha de ser. Grande U2!, no los olvidaremos y esperamos volver a tenerlos por acá. Siempre será un honor recibirlos, aunque Bono ande con ganas de colgar la chaqueta y las famosas costosas lentes.