3/7/12

Julio Cortázar - "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj"

" Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como bracito desesperado colgándose de la muñeca. te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj; Tú eres regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj".

Julio Cortázar. fragmento de "Historias de Cronopios y famas" (1962)
Cortázar en este libro, sobre todo en la cuarta y última parte, describe a los actores sociales de su época. La clase alta, la burguesia argentina de los años 50-60, es representada por los famas. Existe en todo esto un juego con el sentido de las palabras ya que la última parte tiene como subtítulo, "Fase mitológica". Las Famas eran seres alados que se encargaban de dispersar las malas noticias. Los cronopios, en su nombre crono-tiempo, pueden ser entendidos como la clase media argentina de esa época. Quieren imitar a los famas, pero son mediocres, quieren que sus hijos sean de sangre de fama, pero los educan como cronopios. 
Mientras que los esperanzas representan las clases bajas de la sociedad, a la espera. Vale recordar que la esperanza es lo único que queda dentro de la caja cuando escapan de ella los males en el mito de Pandora.