Me puse a buscar
las palabras más queridas,
las que salen del alma
a puro sentimiento.
Pronuncié algunas...
y presto el viento las llevó
hacia el infinito.
Quise atrapar a otras
para que no fueran,
y hermané los verbos:
espero, amo, necesito...
Y se escapó tu nombre
cansado del silencio.
No pude contenerlo,
y hacia el aire
se fueron las palabras
buscando luz.
Los sonidos perdidos
despojados de sombras.
Afuera,
el rocío,
enmudecía la flor.
Margarita Rodriguez-Casaux. "Calidoscopio de voces". Ed Dunken. Bs.As. 2012.